EL NIÑO

Bendita tú eres
Entre todas la mujeres
Y bendito es el fruto de tú vientre......

La casa solia vestirse de gala.
Ramos de diamela adornaban la pérgola.
La servidumbre de punta en blanco.
Y aquella música acompañaba las risas de los invitados.
Todo estaba perfecto.
El arte en sí mismo.
Se conjuraba en la sala.
Nana arropaba al niño.
Su deseo de dormir era una necesidad de abondonar el mundo exterior .
Duermete que el sueño te libera, murmuraba.
Se sentía desvalido, ausente.
Por las noches el llanto se ahogaba.
Se describe mirándose al espejo y preguntándose :
Por qué parece tan normal, sí se siente extraño con su propio cuerpo.
"Cierra los ojos para que no te vea".
En ese juego de iluciones
Su madre lo sostiene frente al espejo y sonrie.
Le señala la imagen.
"Yo deseo que ese seas tú".
El niño será un gran hombre.
No hubo inocencia.
Cada sentencia era un desmenbramiento.
En éste mundo, los objetos poseen los atributos de permanencia.
Característico de los adultos.
El niño siente culpa
Nana besa su frente y comienza a cantar
Una canción popular dice así:
El tren que corría por la ancha vía.
De pronto se fue a estrellar.
Contra un aeroplano que andaba en el llano.
Volando sin descansar.
Quedó el maquinista con la tripa afuera.
Mirando hacia el aviador.
Qué ya sin cabeza buscaba el sombrero para taparse del sol.
Una mañana el niño no desperto.
¡Sí hubiera detenido los relojes, tapar los espejos¡
Nana decia:
"Cierra los ojos para que no te vea"


2ª Parte....continuará ....

Estuve leyendo el texto de silvina Ocampo "E l Pecado Mortal" - (La recomiendo)...
me inspiro a escrbir mi propio texto.

Jesús de Nazareth

Amaos los unos a los otros repetía:
Nunca el odio.
Buscaba amor entre sus hermanos.
Para transmitir al que sufría.
Él nos enseñó lo que nunca habíamos comprendido.
Qué aprendiera el hombre, que no sabía.
Qué recordará el hombre, que había olvidado.
No negarás tú esencia.

Judas preso de sus remordimientos, murmura:
¡Perdón, Maestro¡...... no soy más que un miserable.
Te he vendido....¡merezco la muerte¡.
Jesús le contestó. Hermano, estás perdonado.
La caravana llegó al lugar del calvario, había dos cruces con dos victímas colgadas aún con vida.
Dos soldados estaban abriendo un tercer foso para colocar la cruz que otros comenzaban a armar.
Le desatarón del madero que traía sobre sus hombros .
Volcarón su cuerpo sobre otros dos maderos que estaban en el suelo en forma de cruz.
Los verdugos levantarón la cruz para introducirla en el foso.

¡Padre, perdonalos, pues no saben lo que hacen¡.
Que mayor injusticia pudo existir que llevar a la muerte a un ser que sólo transmitió a sus hermanos, el mensaje de qué debían amarse.
Hubiera pedido a gritos ser el destinatario de esos clavos.
La cabeza que llevará la corona de espinas.
Entonces, recuerda esto, me respondiste.
Perdona Hermano.

Luna

Del catlaclismo lunar, al origen de la vida en la tierra.
Influencia en el comportamiento humano.
Ciclos de apareamiento.
Luna llena asociada al misterio.
Superstición de sacerdotes.

Cómplice de sus movimientos quedé absorto.
En cuantas noches te confesé mis secretos.
Sentía envidia de tú libertad.
Testigo de mis desventuras.

Besos húmedos.
Cuerpos cálidos.
Todos bajo su hechizo.
Luna y mar.
Mar y luna.
Entrelazadas con hebras de plata.

Alquimia perfecta
Para el amor.
Esencia de poetas.
Musa inspiradora
Dueña de mis días locos.

Refugio de noches de lujuría.
Luna
Luz de balcón.
Testimonio de serenatas.
Inválido de promesas.
Dijiste que me amabas-

el árbol que no quería morir:

el incremento de los establecimientos y la instalción de otros, de las más diversas explotación......
palas mécanicas
talarón los bosques
carreteras pobladas de hombres
barrian las simiente

sangraba la tierra
su fauna y flora
cadáveres diseminados por el aire
aroma húmedo, lágrimas de pobladores
fuerón sus últimos sacramentos
amaneció el campo cubierto del color del oro

ávido de independencia
se hallaba el árbol
a orillas del perímetro
aferrado al terreno
su altura y corpulencia
cómo en pie de guerra

perenne
despotismo absoluto
desmontar la vida
él seguía de pie
bendito, se escucho....
no morirás